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Enviado por ticdev el

Guerra a los números rojos

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  • La OMIC de Las Torres de Cotillas alerta de las condiciones de los “créditos rápidos”, con intereses de hasta el 24%
  • Además, ofrece un completo catálogo de propuestas y recomendaciones practicas para llegar a fin de mes

Empezar con buen pie: el PRESUPUESTO

Si no quiere distribuir erróneamente los gastos, debe empezar por elaborar un presupuesto mensual previo. Es bien sencillo. Se trata de contabilizar el dinero que ingresamos y descontar los pagos fijos. Se deben prever también los gastos probables y las previsiones de gastos no mensuales. De esto modo sabremos con seguridad de cuánto dinero disponemos para nuestras compras.

La Cesta de la Compra

La principal partida del presupuesto familiar se destina a los gastos de alimentación. Por eso, a la hora de completar la cesta de la compra, conviene tener en cuenta los siguientes consejos:

  • LISTA PREVIA. Antes de hacer la compra es recomendable elaborar una lista previa y, cuando llenemos el "carrito", atenernos a lo estrictamente necesario. Un hábito más que recomendable si se compra en grandes superficies, donde los productos de primera necesidad actúan como "locomotora" que enganchan a la adquisición de artículos no tan necesarios. Esto supone que, en ocasiones, gastemos entre un 30% y un 40% más de lo previsto.
  • COMPARAR PRECIOS. El consumidor puede beneficiarse si compara precios en distintos establecimientos, ya que existen diferencias considerables. Además, en la medida de lo posible, es recomendable realizar la compra en más de un establecimiento: es la forma de ganar con las ofertas y no perder esta ventaja con el precio más alto de otros productos. Ahorraremos entre un 20% y un 30%.
  • LAS OFERTAS. El consumidor debe tener en cuenta que las ofertas son estrategias de mercadotecnia para captar compradores. Es frecuente que actúen como gancho y que la factura que al final debemos pagar por la compra completa no sea ninguna ganga. Sin embargo, las ofertas suponen un beneficio real para el consumidor si sabe aprovecharlas. Además, para productos no perecederos, podemos optar por adquirir más de una unidad. Será un gasto menos en la compra siguiente. (Ojo: nunca se debe comprar masivamente o acaparar productos: en las campañas alarmistas el primer perjudicado es el propio consumidor)
  • PRODUCTOS DE TEMPORADA. Al hacer la compra opte preferentemente por los productos de temporada. Aunque es fácil encontrar en el mercado todo tipo de productos en cualquier mes, los precios son mucho más bajos si elegimos aquellos que se encuentran en su temporada. Los precios se triplican en algunos alimentos fuera de temporada (frutas, como las fresas o las cerezas; verduras, como las judías verdes, pueden ser un 100% más caras)
  • CALIDAD Y BUEN PRECIO. Y, en nuestros menús, debemos apostar por aquellos platos que ofrecen calidad a un coste más bajo. El pescado azul es un buen ejemplo. Se encuentra en el mercado a precios muy asequibles y gastronómicamente ofrece muchas posibilidades. Además, nuestra salud también saldrá ganado.
  • MARCAS BLANCAS. Para alimentos envasados (conservas, pastas, galletas), y productos de limpieza o aseo personal debemos tener en cuenta las ventajas de las marcas blancas (sin otra marca que la del propio establecimiento): son productos de buena calidad a un precio considerablemente menor.
 

Las facturas: economía y ecología

Gran parte de los gastos fijos va destinado a las facturas de luz, agua, gas... Es recomendable, por tanto, adoptar una serie de medidas que disminuyan en lo posible este gasto. Debemos recordar, también, que el ahorro de energía no sólo beneficia a nuestro bolsillo: es importante para un medio ambiente menos contaminado y degradado.

  • No ponga la lavadora hasta que esté llena. Opte por lavar en frío y prescinda habitualmente del prelavado. Lo mismo debe tener en cuenta en el caso del lavavajillas. (Nos supondrá entre un 10 y 15% de ahorro energético)
  • Cuando cocine, tape las cazuelas, para no despilfarrar calor y energía. Si la cocina es eléctrica, apague la placa diez minutos antes de terminar, porque sigue desprendiendo calor. La olla exprés es la mejor opción: ahorra tiempo y energía.
  • Mantenga bien cerrada la puerta del horno mientras cocine. Calcule si la comida está hecha encendiendo la luz, en vez de abrirlo: cada vez que se abre, se pierden entre 25 y 50 grados de calor.
  • Y, para ahorrar en el consumo de energía del frigorífico recuerde que: no debe introducir alimentos calientes ni mantener la puerta abierta o abrirla innecesariamente y que debe descongelarle, si la escarcha tiene más de 1,5 centímetros de espesor.
  • El ahorro de agua, en esta época, es más necesario que nunca. Una medida que también ayudará a ajustar nuestro presupuesto. Recuerde que: es preferible ducharse a bañarse, debe reparar los grifos que gotean (una gota por segundo se convierten en 30 litros al día) y cerrar el grifo mientras se cepilla los dientes.
  • Apague las luces cuando no las use y aproveche la luz natural.
  • Y, en este invierno, prepárese para ahorrar calor: No pretenda estar en manga corta en casa durante el invierno, a costa de gastar mucha calefacción. Use los termostatos para que los radiadores se apaguen cuando se alcanza la temperatura deseada. Aísle bien su casa, puede ahorrar hasta un 30% de energía. Por último, no deje que el calor acumulado se escape innecesariamente por la ventana: la ventilación ha de ser rápida, con diez minutos bastan.

Ahorre en ocio y servicios: divertirse puede ser gratis

En estos años se ha producido un cambio de tendencia en la distribución del presupuesto de las familias españolas. Cada vez es importante, incluso llegando a superar el gasto en alimentación, el destinado a ocio y servicios. Por esto, la OMIC le sugiere algunas ideas para que ahorremos dinero, sin perder diversión:

  • A la hora de planificar sus ratos de ocio, piense en el gran número de actividades que son gratis: paseos, excursiones, museos...
  • Aproveche en espectáculos y visitas culturales los descuentos que suelen ofrecerse, como los "días del espectador".
  • Esté al tanto de las actividades culturales que organiza su ayuntamiento o Comunidad: suelen ser gratuitas o a bajo precio.
  • En sus viajes compare precios en distintas agencias y aprovéchese de las ofertas. En los hoteles los precios varían en función de la temporada y día de la semana. También en los transportes la tarifas pueden variar hasta en un 30 % según el tipo de billete y el día. Planifique sus vacaciones con antelación.

Otros consejos

  • En algunas ocasiones, un buen recurso puede ser comprar artículos de segunda mano.
  • La filosofía del "Hágalo Vd. mismo" debería estar más extendida. Algunos artículos que compramos y, a veces con un gran desembolso, podríamos haberlo realizado nosotros. Además de más baratos, serán originales.
  • En el consumo de artículos para el hogar también podemos ahorrar: La gran mayoría de los productos de limpieza que se anuncian son innecesarios. Casi toda la casa puede quedarse perfectamente limpia con jabón, bicarbonato, vinagre y limón. Otras medidas son: no echar a la lavadora más jabón del necesario y evitar al consumo abusivo de productos de usar y tirar (es mejor usar paños de cocina que servilletas de papel).
  • Racionalice sus gastos en la farmacia. No se automedique. Tenga también en cuenta que hay medicamentos de idéntica composición pero con precios muy distintos según las marcas. Recuerde que la venta en farmacia no garantiza la eficacia de un producto: no gaste ni una peseta en productos "milagrosos".
  • No podemos renunciar al coche. Sin embargo, hay que ahorrar a toda costa. Utilice preferentemente el transporte público. Cuando use su vehículo tenga en cuenta que consumirá más combustible si: conduce por encima de los 100 km/h., da frecuentes acelerones bruscos y si carga el coche en exceso o con pesos innecesarios.
  • En el transporte público utilice los abonos que existen a disposición de los usuarios en la mayoría de las ciudades españolas. Pueden suponer un descuento incluso del 50% respecto a los billetes sencillos.
  • Las tarjetas de crédito no siempre son interesantes para el consumidor y además favorecen el derroche. Restrinja su uso.
  • Evite también en lo posible las compras a plazos. Se ahorra los cuantiosos intereses que deberá pagar.
  • Repase siempre sus facturas y sus extractos bancarios.
  • Procure ahorrar y saque el máximo partido a sus inversiones. Estudie su saldo, sus necesidades y compare distintas opciones.
  • No olvide sus impuestos: infórmese de todas las deducciones y benefíciese de ellas.

Créditos rápidos

La OMIC desaconseja su contratación. El principal inconveniente de este tipo de productos es su elevado coste, la información poco transparente que ofrecen (se llama más la atención sobre la cuota que sobre el interés que se aplica) y la facilidad con que se logran, que invita a reflexionar poco sobre su conveniencia. La única “ventaja” es que el usuario no tiene necesidad de explicar a qué irá destinado. El interés nominal de estos créditos suele estar alrededor del 22-24%, mientras que los tradicionales se sitúan en torno a un 8-9%. 

· QUÉ DEBE SABER EL CONSUMIDOR SOBRE LOS CRÉDITOS RÁPIDOS.

¿Qué aspectos del crédito rápido de consumo no debemos de pasar por alto?

El fundamental es su coste, expresado en la TAE (tasa anual equivalente). Si sólo nos fijamos en la "cuota" a pagar, estaremos pasando por alto el principal dato que nos permitirá saber cuánto nos va a costar el crédito, y comparar entre distintas entidades.

Conviene calcular qué cantidad total terminaremos pagando a la entidad crediticia, y compararla con la que hemos solicitado, nos sorprenderá saber cuánto devolvemos "de más".

 

¿Cuál es la media de interés nominal que suelen ofrecer? ¿Qué diferencia hay con los créditos de consumo tradicionales?

 El interés nominal suele estar alrededor del 22-24%, mientras que los tradicionales están en torno a un 8-9%.

 

¿Cuáles suelen ser las comisiones de apertura y cancelación? ¿Hay diferencia con los créditos de consumo tradicionales?

En los créditos rápidos no suele haber comisión de apertura, pero sí de cancelación. En los créditos tradicionales suelen cobrar ambos (créditos al consumo tradicional: 1% de apertura).

¿Es frecuente la comisión por cancelación anticipada? ¿Cuánto se suele cobrar por este concepto y qué diferencia hay respecto a los créditos de consumo convencionales?

Sí, suele estar en torno al 1% del dinero solicitado en los créditos rápidos, y entre 1% y el 3% en los créditos tradicionales.

 

La obligatoriedad de apertura de seguros de protección está generalizada en los créditos rápidos ¿Qué coste adicional suele acarrear?

No suelen pedirse seguros en este tipo de créditos, sino en los hipotecarios por su importe y duración mucho más elevados.

¿Cuáles son las principales ventajas e inconvenientes de este producto? ¿A qué tipo de situaciones se adapta mejor?

El principal inconveniente es su elevado coste, la información poco transparente que ofrecen (se llama la atención más sobre la cuota que sobre el interés que se aplica) y la facilidad con que se logran, que invita a reflexionar poco sobre su conveniencia. La única "ventaja" es que el usuario no tiene la necesidad de explicar a qué irá destinado.